Las 5 fases de design thinking para triunfar con tus proyectos

En un entorno empresarial cambiante, la innovación se ha convertido en una necesidad más que en una opción. Las metodologías que promueven la empatía, la creatividad y el trabajo en equipo están en auge, y entre ellas, el design thinking destaca como una de las más poderosas. Esta forma de pensar y actuar permite diseñar soluciones formativas centradas en las personas, adaptadas a los retos reales y con impacto medible. Desde GameStrategies aplicamos las 5 fases de design thinking para desarrollar simuladores, programas de onboarding y experiencias gamificadas que transforman la forma de aprender en las empresas. 

 

¿Qué es el design thinking y cómo se usa en formación corporativa?

De la innovación al aprendizaje: el valor del pensamiento de diseño

El design thinking tiene su base en la empatía. Entender a los destinatarios de la formación, ya sean empleados, líderes o colaboradores, es el primer paso para diseñar experiencias formativas relevantes. Este enfoque va más allá de impartir contenidos, proponiendo actividades que conectan emocional e intelectualmente con las personas.

Por qué el design thinking se adapta tan bien a los retos formativos

Frente a metodologías tradicionales, el design thinking aporta flexibilidad, dinamismo y enfoque colaborativo. Su estructura iterativa facilita la creación de programas que se ajustan a perfiles diversos, necesidades específicas y objetivos estratégicos. Es especialmente útil para abordar habilidades blandas, liderazgo o procesos de transformación interna.

 

¿Qué beneficios aporta el design thinking en entornos empresariales?

Más engagement, más creatividad, más impacto

Involucrar a los propios empleados en la creación de soluciones formativas genera un compromiso superior. Cuando las personas sienten que sus necesidades están en el centro del proceso, el aprendizaje se vuelve más significativo y duradero.

Soft skills, liderazgo y resolución de problemas: el trío perfecto

El design thinking favorece el desarrollo de habilidades esenciales en el entorno actual: comunicación, empatía, pensamiento crítico, liderazgo. A través de simulaciones y actividades prácticas, se entrena la capacidad de resolver problemas reales con un enfoque estratégico y humano.

 

Las 5 fases de design thinking explicadas para crear soluciones formativas

1. Empatizar con el usuario: conoce a tu equipo antes de formar

Todo comienza por conocer a fondo a las personas destinatarias del aprendizaje. Esto implica realizar entrevistas, encuestas, observaciones o talleres para detectar necesidades, expectativas y motivaciones. Con esta información se construyen perfiles y mapas de empatía que guían todo el proceso posterior.

2. Definir el problema real: más allá del “falta formación”

En esta fase se transforma la información recogida en un reto concreto, formulado desde la perspectiva del usuario. El objetivo es evitar soluciones genéricas y centrarse en aquello que realmente necesita el equipo, ya sea mejorar la comunicación, reforzar competencias técnicas o facilitar la adaptación al cambio.

3. Idear soluciones creativas con enfoque participativo

Una vez identificado el problema, se abre la puerta a la creatividad. A través de técnicas como brainstorming, SCAMPER o mapas mentales se generan múltiples ideas, sin juicio previo. Es una fase colaborativa, ideal para implicar a los empleados y explorar posibilidades que surgen desde la experiencia real.

4. Prototipar contenidos: testea antes de escalar

Antes de lanzar una formación completa, se crea una versión simplificada del recurso o experiencia. Puede ser un módulo piloto, una simulación corta o una actividad interactiva. Esto permite validar la propuesta, identificar mejoras y ajustar los detalles sin asumir grandes costes ni riesgos.

5. Testear y mejorar: el aprendizaje como producto vivo

El último paso consiste en recoger datos tras la implementación. Mediante encuestas, entrevistas o pruebas de uso, se detectan fortalezas y áreas de mejora. Así, el proceso se cierra con una retroalimentación valiosa que enriquece futuras versiones del contenido formativo.

 

Cómo aplicar el design thinking para diseñar simuladores y experiencias gamificadas

Mapa de empatía para construir perfiles de usuario realistas

Antes de diseñar cualquier solución gamificada, es fundamental entender a fondo a los usuarios. ¿Qué les motiva? ¿Qué les frustra? ¿Qué necesitan aprender? Esta información se traduce en arquetipos que sirven de guía durante todo el diseño del simulador o programa.

Mapas mentales para estructurar módulos o fases de simulación

Organizar ideas, temas y competencias es más fácil con mapas mentales. Estas herramientas ayudan a visualizar el recorrido de aprendizaje, dividir los contenidos por niveles o fases, y planificar la progresión de forma clara y coherente.

Bocetos, wireframes y prototipos de entornos gamificados

El diseño visual es clave en las experiencias formativas. Usar wireframes o bocetos permite probar distintas mecánicas de juego, rutas de decisión o sistemas de recompensas. Así se garantiza que la interacción sea fluida y el aprendizaje eficaz.

Presentaciones e infografías para visualizar rutas de aprendizaje

La comunicación del proyecto también importa. Presentaciones visuales o infografías ayudan a mostrar de forma clara la estructura del simulador, los beneficios del enfoque y el impacto esperado. Son esenciales para implicar a dirección, formadores y otros actores clave.

 

Casos reales: cómo aplicamos design thinking en GameStrategies

Onboarding gamificado para multinacional tecnológica

Diseñamos una experiencia inmersiva para nuevos empleados, basada en misiones y retos. Aplicamos las cinco fases de design thinking para definir necesidades reales y crear una ruta personalizada. El resultado fue un aumento del 30 % en la retención de conocimientos.

Simulador de resolución de conflictos con enfoque iterativo

Una empresa con conflictos entre departamentos necesitaba mejorar su comunicación interna. A través del proceso completo de design thinking creamos un simulador que permitía ensayar conversaciones difíciles. El impacto fue inmediato en la cohesión y colaboración entre equipos.

Desarrollo de habilidades comerciales usando prototipado ágil

Para formar a su red de ventas, una empresa del sector servicios implementó un simulador interactivo centrado en técnicas de negociación. Tras varios prototipos y pruebas con usuarios, la solución definitiva logró aumentar las ventas un 17 % en tres meses.

¿Quieres aplicar el design thinking para transformar tu formación corporativa? En GameStrategies.io diseñamos simuladores, rutas gamificadas y experiencias personalizadas para que tu equipo aprenda de forma práctica, motivadora y con impacto real.

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